martes, 31 de enero de 2017

Yo Soy descendió para librarnos

Base Bíblica
Éxodo capítulo 3:1-8

“Apacentando Moisés las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, llevó las ovejas a través del desierto, y llegó hasta Horeb, monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de Jehová en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vio que la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces Moisés dijo: Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema. Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No te acerques; quita tu calzado de tus pies, porque el lugar en que tú estás, tierra santa es. Y dijo: Yo soy el Dios de tu padre, Dios de Abraham, Dios de Isaac, y Dios de Jacob. Entonces Moisés cubrió su rostro, porque tuvo miedo de mirar a Dios. Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias, y he descendido para librarlos de mano de los egipcios, y sacarlos de aquella tierra a una tierra buena y ancha, a tierra que fluye leche y miel, a los lugares del cananeo, del heteo, del amorreo, del ferezeo, del heveo y del jebuseo.

En Juan capítulo 21, leemos que cuando Jesús resucitó, tuvo un encuentro con sus discípulos que habían ido a pescar toda la noche y no habían logrado pescar nada. En el versículo 15, Jesús tuvo un encuentro especial con Pedro, y le dijo Pedro, ¿tú me amas?, y le respondió, sí te amo. Jesús le dijo, apacienta mis ovejas.

La orden de Dios es que apacentemos sus ovejas. Vemos al Señor levantando hombres para apacentar sus ovejas y el texto dice que Moisés apacentaba las ovejas de Jetro su suegro, sacerdote de Madiám. Las ovejas que el apacentaba no eran de él, eran del sacerdote, de su suegro.

Moisés llevaba el rebaño para donde estaba el monte de Dios, el monte Horeb. Aquí hay algo extraordinario, precisamos llevar el rebaño para un lugar correcto, precisamos conducir al rebaño donde ellos van a encontrar pastor verdes, y el rebaño sólo encuentra pastos verdes van a encontrar en el monte de dios, en la presencia del señor, y cuando el rebaño llega al lugar correcto, ahí comienza aparecer lo sobrenatural de Dios.

Cuando Moisés llevaba ese rebaño lo estaba llevándolo de una forma sobrenatural para encontrar lo sobrenatural. Moisés no tenía experiencia apacentando rebaños, él era hijo de papá en Egipto, él no sabía mucho sobre rebaños, de desiertos, de comida, nada. Más el Señor estaba llevándolo a un aprendizaje y él estaba llevando el rebaño a la presencia de Dios, y cuando llevaba al rebaño a la presencia de Dios, el verso 2 dice que apareció un Ángel del Señor en forma de fuego que quemaba la zarza, mas ocurría algo extraordinario, el texto dice que la zarza no se consumía.

Eso llamó la atención, Moisés estaba apacentando el rebaño de su suegro y él vio lo sobrenatural. No sólo los sacerdotes van a ver tener experiencia sobrenatural con Dios, él era uno de los líderes uno de los pastores, uno de los que apacentaban el rebaño. 

Dios quiere mostrarte lo sobrenatural a ti también, quiere llevarte a experiencias extraordinarias. Tienes que subir al Monte Horeb para tú tener tus experiencias sobrenaturales. No sólo por una razón, no sólo por un motivo, no sólo porque estás pasando por una aflicción o una necesidad, sino para que tengas tu experiencia con el Sacerdote de sacerdotes, el Señor Dios.

En el verso 3, dice …. “Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema”.

Moisés tomó una decisión, él vio lo sobrenatural y decidió yo voy a subir, quiero ver más, quiero conocer más, quiero entender más. El deseo del corazón de este hombre de querer más de Dios fue visto por el Señor. Y el texto siguiendo dice “Viendo Jehová que él iba a ver…”. El Señor vio la intención del corazón de Moisés

El Señor está viendo la intención de su corazón de querer estar aquí, porque usted está viniendo aquí, cuál es la intención de su corazón de subir a ese monte, en venir a buscar el rostro de Dios, Él Señor ve todo aquello que está en nuestro corazón.

El texto en el verso 4 dice que “Viendo Jehová que él iba a ver, lo llamó Dios de en medio de la zarza..” Es en el medio de ese lugar que llamó su atención, en medio del pueblo, en medio del rebaño, en el centro de la voluntad de Dios, que Dios hace un llamado, te llama a ti por tu nombre. Te llama a ti como llamó a Moisés:
“…¡Moisés, Moisés!...”  

Hay una voz llamándome. Y cuando el señor lo llamó, Moisés respondió prontamente:
“...Heme aquí”

El Señor está llamándote para ser como Él es. Sólo que no puede ser como sea. Moisés estaba todo alborotado y corrió y Dios le dijo, “espera ahí”, no llegues aquí, y entonces Moisés pensó, ¿me llamas y no quieres que me acerque a ti?. Y Dios le dijo, quita primero las sandalias de tus pies.

Lo que le está diciendo, saca los obstáculos, saca de ti los impedimentos, quita los, argumentos, pida disculpas. Porque yo quiero que seas como yo soy, ¡santo!, el lugar donde tú estás es santo, para que llegues a este lado necesitas ser santo también. Para acercarnos a Dios tenemos que ser como Él es, ¡Santo!

Dios da esa experiencia tan tremenda a Moisés y le pide que saque los impedimentos y le dice quien Él era. Y hay una revelación de la identidad de Dios. “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob.” Cuando escuchó eso, Moisés escondió el rostro. No estaba delante de cualquier persona, no estoy en cualquier lugar, no podía mirar su rostro. La Biblia dice que él escondió el rostro porque entendió que no estaba en cualquier lugar ni hablando con cualquier persona.

Tan grande experiencia estaba viviendo Moisés, que el Señor continuó diciéndole algo extraordinario y está diciéndote a ti también. “Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias”

“Vi y oí sus sufrimientos.” Dios conoce sus sufrimientos, Dios sabe de sus angustias, Dios está viendo sus lloros, Dios está oyendo su clamor. Dios no está oculto de lo que usted está hablando con Él, dice: conozco tus sufrimientos. Aquello que está causándote dolor, incomoda el corazón de Dios, aquello que te causa angustia y aflicción. incomoda el corazón de Dios. Y Él no queda incómodo, el actúa y eso es lo más fantástico. Él te dice yo vi tu dolor, yo escuché tu clamor, yo conozco, y por eso decidí al fin librarte. Dios deseó cambiar la suerte de aquel pueblo y desea hoy cambiar ahora tu suerte, está oyendo tu clamor, no quiere verte más tirado al suelo, llorando, sufriendo, angustiado. Mas su deseo es con un propósito: para hacerte subir de aquella tierra, subir de esa condición, subir de ese maltrato que el infierno está haciendo en tu alma trayéndote sufrimiento, y va a llevarte a un lugar elevado, una tierra que fluye leche y miel.

Que tremenda experiencia lleva a tener a Moisés, le prometió a un lugar. Y le dice, ¡ahora ve!, voy a enviarte a ti. Cómo así dice Moisés, soy débil, no consigo entender, no soy nadie.

Cuando usted piensa que no es nada, es exactamente el momento cuando el Señor sabe que es usted está listo para hacer ese negocio.

Los opresores están afligiendo, los opresores están robándote la alegría, pues es a ti mismo a quien Dios va a levantar para demostrar a tus opresores que ellos nos son mayores que tú, pues tú tienes al que es mayor que todos.

Fue exactamente en aquel momento del llamado de Moisés, que el Señor le dice porque Dios estaba llamándolo. Moisés preguntó, ¿quién soy yo para ir a Faraón. Dios le dijo: ve, yo iré contigo.

La gran diferencia no es, nosotros estamos yendo, sino quién está yendo con nosotros. Aquí el Señor está haciendo una referencia de lo que es Él y de aquello de lo que necesita hacer. Dios conecta la promesa a Moisés.

Moisés dice que ellos van a preguntar, cuál es tu nombre y Dios le dice, tu di, que “Yo Soy el que Soy” y dirás a los hijos de Israel: “Yo Soy me envió a ustedes”.

Dios está haciendo una referencia del verbo ser, de su esencia, Yo Soy. Y cuando él estaba diciéndole a Moisés que sería con él, estaba haciendo la misma referencia de Yo Soy, Yo seré, Yo estaré presente, Dios conecta la promesa a la persona. La promesa se cumple por causa de la esencia del Gran Yo Soy, Yo estaré Contigo, entonces esa presencia va a estar con usted en medio de la angustia, de esa aflicción, ese Yo Soy va estar contigo delante de Faraón, ese Yo soy va a estar contigo cuando tengas que enfrentar al gigante, ese Yo Soy va estar contigo en la hora de la decisión que usted necesita realizar en su vida.

Dios dice, este es mi nombre eternamente y así seré recordado de generación en generación. No importa lo que pueda Acontecer, la gran noticia es que descendió porque oyó su aflicción y el Gran Yo Soy va hacer la diferencia hoy en su historia.


Ap. Dayse Costa.

lunes, 30 de enero de 2017

“Puedes creer”

Texto Base: 1 Reyes 18:41-46

“Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque una lluvia grande se oye.
Acab subió a comer y a beber. Y Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas. Y dijo a su criado: Sube ahora, y mira hacia el mar. Y él subió, y miró, y dijo: No hay nada. Y él le volvió a decir: Vuelve siete veces. A la séptima vez dijo: Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre, que sube del mar. Y él dijo: Vé, y di a Acab: Unce tu carro y desciende, para que la lluvia no te ataje. Y aconteció, estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab, vino a Jezreel. Y la mano de Jehová estuvo sobre Elías, el cual ciñó sus lomos, y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezreel.”

La Biblia enseña que no hay maldición sin causa, Israel estaba viviendo un periodo de sequía extrema, y por causa de esa sequía había un hambre terrible. Ellos jamás habían vivido eso. ¿Por qué Dios llevó a vivir al pueblo una necesidad tan grande?. La Biblia dice cuando Acab asumió el reinado, fue malo delante de los ojos de Dios.
1 Reyes 16:30 “Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo ante los ojos de Jehová, más que todos los que reinaron antes de él.”

Acab hizo peor que todos los anteriores, y tomó por mujer a Jezabel, hija de Et-baal rey. El verso 32 dice que cometió abominaciones para irritar al Señor.
Cómo puede una criatura humana limitada, disponerse a cometer actos para irritar al Señor?. Se levantó para hacer todo aquello que sabía que era abominable delante del Señor.
Y por cuenta de sus actitudes, porque él era líder, era el rey, todo Israel penó. El  capítulo 17 dice que Dios tomó profeta y mandó a decir que se arrepintiese porque no habrá lluvia sobre la tierra “dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra.”

La palabra que vino fue muy clara para todos los moradores de esa región, estaban irritando a Dios, están provocando la ira de Dios. Pues Dios va actuar, Dios no es ciego ni es sordo, él se levanta para actuar contra todos los que se levantan para irritarlo. Bastó a Dios cerrar los cielos. No mandó matar a nadie, no mandó a destruir nada, sólo mandó a cerrar los cielos. Aquello fue suficiente para probar que el hombre es nada frente al Todopoderoso. Cerró la bendición de la lluvia, no tiene plantación, no tiene comida, no tiene producción, no tienen nada.

La lluvia de Dios sobre nosotros es tremenda bendición, no es motivo de maldición. Cuántos están reclamando que está lloviendo mucho a todo hora; hay un pueblo que está llorando para que llueva en su tierra, tiene todo seco, no tiene cómo producir.
Cielos cerrados, sequía, es señal de maldición y toda vez que el pueblo se vuelve a la idolatría y se vuelve contra Dios para a irritarlo. Sequía hay donde hay idolatría. La maldición viene sobre ellos.

Israel pasó ese tiempo de penurias, tres años de sequía, Acab estaba irritado, mandó a capturar a Elías a todo lugar para matarlo, como si matando al profeta fuera a resolver la sequía, cuando Elías no tuvo nada que ver con el problema. A veces nosotros queremos direccionar nuestro problema a personas que no tienen nada que ver con nuestros problemas, queremos hallar culpables. Acab quería culpar a Elías por la sequía cuando él era culpable, la casusa estaba en él, en su mal reinado.
Cuando Dios manda volver a Elías después de tres años para que se presente ante el rey, porque Dios va hacer llover, la misericordia de Dios, siendo complaciente con su pueblo. La biblia dice que Elías dice a Acab, sube, come y bebe porque ya se oye el sonido de abundante lluvia.

¿Dónde estaba ese ruido? Estaba en el mundo espiritual, no era físico. Usted puede que no vea nada acontecer, más afine sus oídos porque ya hay ruido en el mundo espiritual de las oraciones que haces. No vez nada acontecer, pero ya se liberó la Palabra profética. Tu boca tiene que ser una boca profética que cree en lo que declara.

El profeta le dijo anda sube, come y bebe porque ya se oye el ruido. Pero el profeta no veía nada más ya se había comprometido al declarar. Elías no fue a la casa a comer y beber, él fue al monte, tenía que llover y aún no había nada, y puso su rostro entre sus rodillas y empezó a clamar. 

Resultado de imagen para postrada ante diosEl llamó a su criado y le dijo, vez algo, ¿vez que empieza a llover?. Siempre nos coge un poco de incredulidad. ¿Será que Dios está haciendo? ¿Será que está aconteciendo?

Cómo es que se oye el ruido de una abundante lluvia y después nos falta la fe. Nuestra humanidad no nos deja ver cosas mayores, somos incrédulos, porque nos parece imposible, pero, no hay imposibles para Dios. 

El criado decía no veo nada, y el profeta seguía clamando. Y después de siete veces, el criado pensaba otra vez si yo no estoy viendo nada, pero fue y vio algo. ¿vio la abundante lluvia? No!. Sólo era una pequeña nube como la mano de un hombre, La mano del hombre no es nada, no es grandeza. Pero para Elías era una señal, él se levantó. Para otros puede ser nada pero para Elías era su señal, y con esa pequeña señal, él se puso fuerte y se llenó de fe.  Y dijo a Acab desciende en tu carro para que la lluvia no te detenga. Es lejos el lugar a donde iban. Y Elías no fue en carro, siñó sus lomos y fue corriendo, y fue más rápido que el carro de Acab. Cuando el profeta cree a Dios gana fuerzas, gana velocidad, no queda limitado a circunstancias, no queda limitado al tiempo, el no queda limitado al puedo o no puedo. Mas acredita en aquel que le da todo.

Dios va aumentar tu velocidad en aquello que precisas conquistar. Dios está moviendo el mundo espiritual, tienes que estar atento para oír el ruido porque va a haber abundante lluvia, bendiciones sin medida van a ser derramadas, puedes creer!!.
En el mundo espiritual hay muchas personas que no llegan a ver esa pequeña nube, Dios quiere abrir tu visión hoy para que esa bendición llegue a su casa y veas un milagro mayor en tu vida.

Ap. Dayse Costa


domingo, 29 de enero de 2017

¿QUIÉN ES POR MI?

Palabra Día Domingo
Texto Base: Lucas 11:21-23

El nuevo Testamento registra no solamente los hechos de Jesús, también la acción y reacción de las personas delante de lo nuevo que Él estaba trayendo a esta tierra. Su objetivo fue implantar el Reino de Dios. Jesús llega en un mundo donde el gobierno mundial es del reino de las tinieblas, claro que el impacto es grande por ser opuestos en esencia.

Todo el tiempo en que expuso este Reino Él se encontraba con 2 tipos de multitudes: los que creían, se maravillaban y los que criticaban y lo desafiaban. Detectamos eso claramente cuando estamos debajo da gracia del Señor y el poder es liberado de forma linda, los envidiosos y opositores que son del reino de las tinieblas se levantan siempre para cuestionar, para criticar mientras que los hijos del Reino de Dios se alegran y quieren más.

Jesús había acabado de libertar un hombre de un espíritu mudo. Las multitudes se admiraban (v.14). Mas había dentro de ellos los que criticaban (v.15). Jesús enseñaba sobre la casa dividida, porque las críticas no eran de los de fuera, más era de los que estaban dentro de ellos.

Fue cuando Él enseñó la importancia de guardar sus bienes. (v.21). Nao hay bien más precioso que la Palabra de Dios guardada en nuestro corazón. los principios, los valores son preservados. Salmos 119:11 – El valiente bien armado es aquel que tiene el poder del Espírito Santo sobre Él, eso lo resguarda de pecar, de tener una vida inútil.

La Biblia habla de un valiente que cuidaba de su casa, sabía lo que tenía valor dentro de ella, por muchos años de su vida preservó su bien mayor. Aún Antes de nascer, sus padres fueron avisados que él sería especial, sería nazareo, separado y sería el libertador de Israel de las manos de los filisteos. Este era el valiente bien armado, guardó bien los bienes de su casa, mas un día aconteció en su vida lo que dice el versículo 22 Sobrevino, sin embargo, uno más valiente que él...

Resultado de imagen para sansonEl valiente que Sansón encontró no era más fuerte físicamente que él, no tenía su fuerza, sin embargo, con sagacidad, con conversaciones sensuales, dulces a los oídos, fue minado y mostró que nuestros enemigos no nos enfrentan de la misma forma, saben que mayor es el que está en nosotros que en él, sin embargo él viene a escondidas con conversaciones dulces, sensuales, comienza a mover su área emocional, en lo sentimental, atrae y seduce la presa.  

Proverbios 6:20-26; 29 – Consejos bíblicos sobre eso.

Sansón no guardó el bien que había dentro de él, la separación, la santidad y entrega exclusiva a Dios, permitió que a codicia lo sedujera, el otro se hizo más fuerte, encontrando uno más valiente que él, venciéndolo, arrancándole la armadura en que él confiaba. Encontró un valiente de Satanás que lo llevó a la prostitución, lo venció. Ese valiente le quitó la armadura en que él confiaba. Todo lo que le fue dado desde el vientre, años de separación, años de victorias visibles para toda una nación a través de ÉL, dejado por una entrega errada. El valiente del infierno le arrancó la armadura en que él confiaba, cortó la señal de su alianza (sus cabellos). Y Sansón es saqueado en sus bienes, sus valores, sus principios, su moral, su carácter, el infierno incluso se burla en su cara y reparte lo que se le despojó.

Todos los bienes acumulados hasta entonces dentro de esta casa fueron robados porque él mismo abrió la puerta, él mismo lo permitió, él mismo se dejó ser atraído, aun cuando sus padres le advirtieron decidió, y se envolvió con una mujer filistea, donde fue engañado también porque todo relacionamiento errado trae consecuencias desastrosas. Comienza con:

1. Una elección errada – quebrando el principio de Dios. (Jueces 14:1)
2. Desobediencia a los padres – quebrando un mandamiento. (Jueces 14:3).

Elección errada e desobediencia a los padres – Esto viene siendo la causa porque tenemos hoy casas divididas, familias dividas, personas divididas, no saben más lo que es bueno o malo. Satanás invierte los valores para generar confusión. Por eso en este texto Jesús es claro y directo: (versículo 23)
¿En qué lado usted está¿De los que unen o de los que dividen? Este es o año de la familia, usted está uniendo o dividiendo su casa. ¿Hace separación entre hijos? ¿Tiene preferencias? Cada vez que haga elecciones erradas, está dividiendo su casa.

Hoy Dios quiere traerte para su lado, para unirte con Él. No haga la misma tontería que Sansón hizo. Tiró fuera toda una conquista, toda una nación, toda su familia por una prostituta que entró en su casa, saqueó sus bienes y aun llevó sus despojos, y dejó en la lona.  
29.01.2017

Apóstola DAYSE COSTA

viernes, 27 de enero de 2017

La zaranda de Satanás


 Texto básico: Lucas 22:31-34

31 Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo;
32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no desfallezca; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.
33 Él le dijo: Señor, dispuesto estoy a ir contigo no sólo a la cárcel, sino también a la muerte.
34 Y él le dijo: Pedro, te digo que el gallo no cantará hoy antes que tú niegues tres veces que me conoces.

Jesús cuando llamó a sus discípulos dedicó su tiempo en enseñarles sobre el Reino, mostrando como lidiar con cada situación difícil que ellos tendrían que enfrentar de ahí en adelante. Dentro de estas situaciones está el enemigo, lidiar con el diablo y sus obras malignas.

Del llamado de los 12 hasta la cena de este texto ellos vieron muchas cosas, mas percibimos que aún no estaban listos para realizar la obra que Jesús deseaba que hagan.

Jesús mira para Simón y dice: Simón, Simón, Satanás los ha pedido para zarandearlos como a trigo. Qué estaba queriendo decir con eso? Cómo puede Satanás hacer un pedido de esos al Maestro.

¿Cómo el trigo es zarandeado? Él es colocado en la zaranda en su forma cruda y cuando es sacudido lo fino cae por los agujeros y la paja queda en la zaranda. Pues bien, Satanás como siempre, muy atrevido, pidió al maestro para zarandear a los discípulos. Eso quiere decir sacudir sus vidas, sus posesiones, hacer una conmoción como con Job. Pidió al Señor tocar en sus posesiones alegando que la fidelidad de Job era debido a su riqueza, a los bienes que poseía.  En el caso de Job, Dios lo conocía y sabía que el corazón de él era íntegro. El texto dice: Job era hombre íntegro y justo, temía a Dios y evitaba hacer e mal  (Job 1:1) y por eso lo permitió.

En el caso de los discípulos, entiendo que Jesús los miró hasta con compasión y dijo: Mas he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca. Jesús conocía muy bien a sus discípulos y sabía que, a pesar de estar andando con Él, ser testigos de milagros y maravillas, de liberaciones, aun así, ellos no estaban listos para las luchas contra el enemigo, no sabían aun como lidiar con las dificultades y adversidades de la vida, por eso dijo: Mas he rogado por ti, para que tu fe no desfallezca.

Jesús nos conoce muy bien, sabe discernir con claridad el corazón de ses hijos, aquellos que son fieles, íntegros, rectos para apartarse del mal, y los que corren encima del mal, aquellos que creen todo normal, se habitúan con lo errado al punto de creer que el errado esta en lo cierto. Por eso entra en intersección por nosotros. La Biblia dice que el Espíritu intercede con gemidos indecibles, asociándose a Jesús que es nuestro abogado para que no vayamos a caer en el día malo.

Todo esfuerzo de Jesús es para que su fe no desfallezca. La llave da nuestra conquista se llama fe. Sin fe, es imposible agradar a Dios, sin fe es imposible soñar, sin fe es imposible creer en lo imposible. Sin fe es imposible ver los milagros de Dios.
          
Satanás está dispuesto a zarandearnos como trigo, Jesús está al lado del trono de Dios, intercediendo a nuestro favor. Así como Simón Pedro no estaba solo, nosotros tampoco estamos solos en esa batalla. Después de algún tiempo de lucha, recibimos poder y salimos victoriosos.

En cuanto observaba a Simón Pedro, Jesús miraba más allá de las dificultades, de las pruebas y de las inquietudes que su amado discípulo enfrentaba. Cristo contemplaba el Reino Espiritual y percibió que la raíz de aquellos conflictos eran ataques bien planeados del enemigo con la intención de destruir a Pedro.

Las acciones de Satanás contra la Iglesia y los cristianos individualmente son tan reales hoy como en aquellos días. A la verdad la iglesia y los cristianos tienen delante de sí un gran desafío, más que en cualquier otra época. En la historia de Israel y de la iglesia, vemos que era siempre en los momentos de mayor crisis que Dios se manifestaba con más intensidad.

En tanto para que ese poder fuese manifestado, era preciso que el pueblo de Dios lo buscase. Dios no intervenía automáticamente. Cuando Israel comenzaba a orar y a buscar el rostro de Jehová, una revelación traía de vuelta el poder y restauraba la vitalidad espiritual tanto de individuos como de la nación. Tenemos de desear ese poder, de lo contrario no lo recibiremos.

Jesús aquí, estaba diciendo para Simón Pedro: “que tu fe no desfallezca. Y una vez convertido, fortalece a tus hermanos”.  Lo que estoy haciendo Pedro al interceder por ti es intentando llevarte a tener tus propias experiencias, hasta aquí tú fuiste testimonio mío, ahora es hora de comenzar a experimentar un tiempo nuevo en tu vida, si tu fe no desfallece, verás la gloria, verás el poder, verás el milagro.

Jesús agregó a Pedro diciendo “una vez convertido, fortalece a tus hermanos”. Mas, ¿Pedro no era convertido? Pedro, ¿no había dejado todo para seguirlo?. ¿De qué Jesús estaba hablando? Tenemos cosas en nuestras vidas que aún no se han convertido, tenemos áreas que no permitimos que Él entre para modificar, y son estas áreas que necesitan ser convertidas por que además de debilitar nuestra fe, hace lo mismo con la de los hermanos, por eso Él dice que cuando tú te conviertas, fortalece a tus hermanos.

Tenemos muchos hermanos débiles también porque nos ven como personas débiles, impotentes, sin fe, sin esperanza. Tenemos que ejercer influencia en la vida de los hermanos para animarlos y no lo contrario.

Pedro mostró claramente a Jesús que no estaba convertido cuando respondió: “Estoy listo para ir contigo a la cárcel y para la muerte. En la realidad él continuaba actuando con su ímpetu humano, sus propios pensamientos, su visión acerca de sí mismo no cambió en nada. Estoy listo para ir contigo. Será que, ¿estamos iguales? Actuamos así, hablamos así también. Estoy listo para predicar, estoy listo para ser líder de célula, estoy listo para seguir a Jesús hasta la cárcel o la muerte. Nuestro discurso es bien diferente a nuestra realidad. A la hora de las dificultades la tendencia es la renuncia, es abandonar todo, no querer saber de más nada, estamos llenos de pena de nosotros mismos. Jesús vio a Pedro y cuando Él dijo Pedro antes que el gallo cante hoy, tres veces tú negarás que me conoces” Él estaba diciendo tú no sabes lo que estás diciendo, tú ni siquiera conoces, en la realidad delante de la prisión nos asustamos y tambipen negamos, en la hora del llamado de trabajo, en la hora que el dinero se acaba, en fin en la hora en que las cosas salgan de su control, olvida los votos de fidelidad, olvida que se entregó para que él dirija su vida, para que fuese su Señor y Salvador, nada de eso tiene importancia en la hora de la batalla. Pedro ignoraba todo eso, dijo que por el Señor estaba listo gasta morir si fuera necesario.

Amados estamos viviendo días difíciles en que Satanás tiene zarandeando a mucha gente. Testimoniamos dolores, sufrimientos, angustias, lloros, desesperación que está gravada en los rostros de las personas como un grito de socorro, de ayuda. No podemos desfallecer en la fe y mucho menos estar confiando en sus dones naturales o en su capacidad humana de solucionar problemas. recuerde que Jesús está intercediendo para que su fe sea fortalecida, Jesús quiere que sepa que “así como fui con Moisés, seré contigo, nunca te dejaré, jamás te abandonaré (Josué 1:5). No desfallezca su corazón, usted no está solo en esta guerra, Jesús está intercediendo por ti para darte la victoria.

Pedro no colocó su confianza en el maestro, continuó creyendo que su posición no cambiaría cuando las luchas vinieran, estaba apoyándose en sí mismo y el resultado fue que se cumplió exactamente lo que Jesús habló. Vea los pasos de su caída:

1.    Pedro los siguió a distancia. (v. 54) - Cuando Jesús fue preso y llevado para la casa del sumo sacerdote, él pasó a seguirlo a distancia, este fue el principio de su caída. Dejó de estar cerca del maestro para seguirlo a distancia. Seguirlo a distancia es seguirlo de acuerdo con la conveniencia y con el tempo disponible que usted tenga.

2.    Pedro se sentó con ellos. (v. 55) -  En ningún momento la Palabra nos manda sentarnos al rededor de los escarnecedores. Sentarse con ellos es hacer parte, es tener comunión con el pecado.

3.    ... Le negó (v. 57, 58, 60 ) -  El tercer paso es el negar, negar su conversión, negar su fe, negar su experiencia, negar el favor de Dios en su vida, negar el perdón, la redención, la remisión.

Delante de esta situación lo que faltaba aconteció, el gallo cantó y en el versículo 61 dice que El Señor se voltió y miró directamente para Pedro. Lmirada fija del maestro nos lleva a ser conscientes de los hechos  que practicamos y de las decisiones que tomamos. La mirada de Jesús hizo a Pedro recordar no sólo de que Él le había dicho acerca del gallo:  antes que el gallo cante, 3 veces me negarás, como también de tantas oportunidades que tenía para confesarlo y no hizo eso. Hoy no tenemos el gallo para alertarnos, mas tenemos al Espíritu Santo, nuestro amigo, nuestro consolador, Él si nos advierte a cada momento para no pecar contra el Señor.

Amados, hoy Satanás continúa queriendo zarandear a los cristianos, recuerde que Jesús esta intercediendo por su vida para su fe no desfallezca.


Ap. Dayse Costa 

jueves, 26 de enero de 2017

Volvamos a Dios

Texto básico: Hageo 1:5-8

“Pues así ha dicho el Señor de los ejércitos: Considerar vuestro pasado. Sembráis mucho, y recogido poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que recibe salario, lo recibe para ponerlo en saco roto. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Considerad vuestro pasado. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; de ella me agradaré y seré glorificado, ha dicho el Señor. 

Estamos viviendo días donde el mundo está siendo sacudido en varias dimensiones, situaciones tanto económicas, sociales, políticas, morales, espirituales e o terror se instaló por la inestabilidad de gobierno mundial. Así como las naciones del Primer Mundo están viviendo dramas que jamás imaginaron que un día vivirían.

Dios está convocando a su pueblo a reflexionar, a pensar como era sus vidas antes. Él dice: Considerar vuestro pasado. Pasado de paz, de tranquilidad, de prosperidad y ahora es como si todo lo que se hiciese es considerado nada. Todo su trabajo parece ser en vano.

V.6 Sembráis mucho, y recogido poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que anda á jornal recibe su jornal en trapo horadado.

Qué acontece con el hombre que no consigue recoger lo que fue sembrado y no consigue saciarse con lo que come, no se calienta con sus vestidos, no recibe salario y está acumulando fracasos, perdidas, tristezas… el Señor vuelve a decir en el verso 7….
v.7 – Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Considerad vuestro pasado.

¿Qué quiere decir con eso?
Dios quiere aclarar nuestra memoria en el tiempo en que éramos fieles, en el tiempo en que buscábamos su rostro, su casa, que ofrendaba y diezmaba fielmente, la prosperidad, salud y paz eran nuestros compañeros, pero el corazón del hombre se ensoberbeció y se exaltó, creyó que por tener todo no necesitaba más de Dios. Ahí comenzó la decadencia.

Todas las veces que sube a nuestro corazón pensamientos de independencia, generamos muerte. Cada día debemos percibir cuan dependientes de Dios necesitamos ser, cuánto necesitamos que nos sustente, que nos proteja, que nos guíe en todo lo que vamos a hacer.

La prosperidad no puede generar esa independencia de Dios, porque hasta las riquezas que el señor nos da es para aplicación en el Reino y no para provecho personal. Hay mucha riqueza concentrada en las manos de pocos y eso ha traído tiranía, explotación del hombre como si fueses animales, para ser explotados y no para vivir feliz pues no es considerado. La sensación del hombre es que es explotado en todo lo que hace, hasta lo que gana no es lo justo de acuerdo a su trabajo, siente que todo es injusto, tiene mal pago, sigue siendo pobre porque hasta el salario que recibe, lo recibe para ponerlo en saco roto. O sea, no disfruta de él, entrega a los acreedores, comienza el mes sabiendo que no puede contar con su salario pues ya lo tiene comprometido en deudas, eso genera desánimo y frustración.

Dios está alertándonos que hay esperanza: Considerar nuestro pasado.

¿Considerar que?

1.   El tiempo que no teníamos nada y cuando conocimos la verdad (Cristo) todo cambió, nuestra vida tuvo otro sentido y razón. Fuimos liberados del pecado y pasamos a producir y teníamos la alegría de ver el resultado de nuestro trabajo, había cosecha, había alimento, había dinero, había familia feliz...

2.   ¿Dónde todo cambió? Cuando dejamos al Señor, cuando decidimos caminar a nuestra manera, a hacer las cosas a nuestra manera, ja no necesitábamos trabajar todos los días, no necesitábamos ir a la iglesia con tanta frecuencia, a la célula sólo de vez en cuando, leer la Biblia sólo los domingos y comenzamos a perder nuestra producción, nuestra cosecha fue disminuyendo, entonces vinieron las tempestades. Joel 1:12 dice – La vid está seca, y pereció la higuera; el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres.  El pueblo fue visitado por la desolación. El verso 17 y 18 dice: La semilla se pudrió debajo de los terrones, los graneros fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Cómo gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque no tuvieron pastos! También fueron asolados los rebaños de las ovejas.
Esta visitación de decadencia en la vida del hombre no fue un accidente.

3.   La necesidad de volver a Dios -  Joel 2:1, sale una voz de comando de los cielos: Tocad trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Es tiempo de convocar, llamar al pueblo a restaurar su relación con el Señor.

Hageo 1: Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; de ella me agradaré y seré glorificado, ha dicho el Señor.

1.   Lo que el profeta está diciendo es que es tiempo de Subir al monte, tiempo de oración, de separación, de clamor, de pedir misericordia de Dios, la trompeta está dando un toque de convocación, ”….se reúna todo mi pueblo para clamar, se humille y busquen mi rostro.”

2.   Traer madera y reedificar la casa – eso quiere decir trabajo, vuelvan a trabajar, vuelvan a cortar la madera, trabajen la madera para que las casas puedan ser edificadas. La convocatoria es para volver a predicar el evangelio, evangelizar las vidas, hablar de la salvación en Cristo Jesús, comenzar a edificar una casa sólida, firme. Con esta casa firme, vidas consolidadas.

3.   Seré glorificado – El Señor será glorificado. Nuestras vidas serán transformadas, nuestros graneros van a llenarse de nuevo, los campos van a volver a producir, las semillas van a dar sus frutos, su corazón volverá a estar lleno de alegría y no más estará guardando en saco roto, la prosperidad va volver a su casa.

En estos días difíciles, lo que necesitamos es volver a Dios y veremos los milagros que van acontecer en nuestras vidas.

Ap. Dayse Costa


miércoles, 25 de enero de 2017

La Puerta se cerrará

Texto base: Mt 25:12

Mas Él respondió: En verdad os digo que no los conozco.

Esta parábola es extremamente conocida en el medio cristiano, mas todas las veces que la leemos, el Espíritu Santo enciende una luz nueva que brilla su esencia de conocimiento.

Vemos personas sin preparación esperando ansiosamente la realización de sus sueños.

Amós 4:12 b - Preparate, oh Israel para encontrarte con tu Dios. Cómo podemos estar esperando que algo acontezca en nuestras vidas sin preparanos? Queremos un buen empleo, ganar altos salarios, casa buena, vida tranquila, pero no queremos pagar el precio de la preparación. Nada acontece por casualidad, tenemos que estudiar, capacitarnos, perfeccionarnos en el área que gustamos para poder comenzar a ver resultados prácticos de nuestros sueños. Este es el camino del éxito del hombre. Dios dejó claro que con el sudor de su rostro comerás el pan, hasta que regreses a la tierra... Gn 3:19; ... con dolor comerás todos los días de tu vida. Gn 3:17 b

Dios dejó claro que teníamos que prepararnos para realizar cualquier cosa, hasta para encontrarse con Él. El hombre no puede vivir como quiera y pensar que va encontrarse con el Señor así y va estar todo bien. Pues no, es necesario aclarar eso, ese encuentro va acontecer en situaciones diferentes. Los salvos estarán delante de él para recibir el galardón por las obras que realizaron aquí, y los impíos estarán delante siendo juzgados por lo que realizaron aquí, condenación por sus actitudes erradas sin arrepentimiento.

Las vírgenes estaban esperando al novio en esta parábola, pero esta espera era sin prepararse, de la forma que estaban salieron a encontrarse con el novio. (Mt 25:1) usted no puede engañarse pensando que dios recibe cualquier cosa y que podemos hacer las cosas de Él relajadamente, de cualquier forma, presentarnos a Él con negligencia, como si estuviese haciendo un favor de ir a su casa o a la célula, no queridos, no es así, nosotros somos los que necesitamos mucho de Él, y necesitamos prepararnos para estar delante del Rey con humildad de corazón para que nuestra vida, nuestras ofrendas sean aceptadas.

La negligencia de estas mujeres les hizo desanimarse y dormir, se cansaron de esperar, estaba demorando mucho y fueron a descansar. Todas ellas fueron sorprendidas, porque el sueño no les dejó percibir la venida, se levantarpn asustadas con el grito: He aquí el novio! Salid a su encuentro. No quede esperando ser sorprendida por el grito. Es tan terrible cuando se pasa por un asalto y viene el ladrón y grita: perdio, perdió simplemente se lleva sus pertenencias. Así el diablo ha hecho con muchos, robando su tiempo con Dios, robando su alegría, robando el placer de la familia, y llenándote de ilusión con el pecado. Es necesario un grito para levantarte: perdió, perdió, perdió la vida eterna, la vida abundante cediendo a esas ilusiones de este mundo.

Al oír el grito, 50% de estas vírgenes se levantaron y percibieron que no estaban listas. Esta es una estadísticas bastante elevada considerando el Reino de Dios, mitad de las personas que caminan junto con nosotros no esta preparada para este encuentro tan hablado y esperado, eso causa preocupación, tristeza por causa de la enseñanza que es dado semanalmente en la vida del rebaño.

Cuando ellas percibieron que no tenían más aceite dijeron: Danos de vuestro aceite, porque nuestras lámparas se están apagando. (Mt 25:8) Es lamentable que las personas sólo vienen a pedir ayuda cuando están las cosas sin forma, no piden ayuda antes de que las cosas malas fueren hechas, antes de pecar, antes de despreciar al Señor y venir a pedir aceite. A veces vienen a pedir aceite para provecho propio para mostrarse “espiritual” o aquel que puede hacer muchas señales. La Biblia habla de un hombre así: Hechos 8:19-20 – que Simón, el mago cuando veía que todos que los apóstoles imponían las manos y eran llenos del Espíritu Santo, les ofreció dinero. Yo también quiero colocar las manos sobre las personas para que ellos reciban eso, pero su intención era ganar dinero de los otros. Cuantos hoy están haciendo eso, abusando de la buena fe del pueblo para ganar dinero, para enriquecerse con la venta de las bendiciones de Dios, es terrible ver ese tipo de mercenarios usando el nombre del Señor.

Ellas pidieron: Danos de vuestro aceite. No podemos dar lo que no es nuestro, la unción del Espíritu Santo no puede ser vendido. Aunque algunos usen ese medio, aunque que haya sido el consejo de las otras vírgenes para ir a comprar, Hechos 20:28 es claro: Mirar por vosotros mismos y por todo el rebaño en el cual el Espíritu santo nos constituyó obispos,  para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él compró con su propia sangre.

Esta vida de relacionamiento, intimidad, fue comprada por la sangre de Jesús, por eso le servimos por amor, por gratitud y no por interés, se usted piensa que pode engañar al rebaño sirviendo a Dios por interés financiero, no puede y ni a Dios, Él sabe exactamente cuáles son las intenciones de su corazón. Por eso ellas salieron mas encontraron la puerta cerrada. Juan 10:9 Jesús fue claro: Yo soy la puerta. Él sabe exactamente quien es quien pasa por Él, los que quieren ser salvos, pasaran e encontrarán pastos, mas los aprovechadores la encontraran cerrada. Él va decir: no los conozco.

El llamado de Dios para usted es prepárate. Llena é prepara-te. Llene su aceite, esté con la motivación correcta delante de él para que la puerta no se cierre para usted.


Ap Dayse Costa