Texto básico: Hageo 1:5-8
“Pues así ha
dicho el Señor de los ejércitos: Considerar vuestro pasado. Sembráis mucho, y recogido poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os vestís, y no os calentáis; y el que recibe salario, lo recibe para ponerlo en saco roto. Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Considerad vuestro pasado. Subid al monte, y traed madera, y reedificad la casa; de ella me agradaré y seré glorificado, ha dicho el Señor.
Estamos viviendo días donde el mundo está siendo sacudido en varias dimensiones, situaciones tanto económicas, sociales, políticas, morales, espirituales e o terror se instaló por la inestabilidad de gobierno mundial. Así como las naciones del Primer Mundo están viviendo dramas que jamás imaginaron que un día vivirían.
Dios está convocando a
su pueblo a reflexionar, a pensar como era sus vidas antes. Él dice: Considerar vuestro pasado. Pasado de paz, de tranquilidad,
de prosperidad y ahora es como si todo lo que se hiciese es considerado nada.
Todo su trabajo parece ser en vano.
V.6 Sembráis
mucho, y recogido poco; coméis, y no os hartáis; bebéis, y no os saciáis; os
vestís, y no os calentáis; y el que anda á jornal recibe su jornal en trapo
horadado.
Qué acontece con el
hombre que no consigue recoger lo que fue sembrado y no consigue saciarse con
lo que come, no se calienta con sus vestidos, no recibe salario y está
acumulando fracasos, perdidas, tristezas… el Señor vuelve a decir en el verso 7….
v.7 – Así ha dicho
Jehová de los ejércitos: Considerad vuestro pasado.
¿Qué quiere decir con
eso?
Dios quiere aclarar
nuestra memoria en el tiempo en que éramos fieles, en el tiempo en que
buscábamos su rostro, su casa, que ofrendaba y diezmaba fielmente, la
prosperidad, salud y paz eran nuestros compañeros, pero el corazón del hombre
se ensoberbeció y se exaltó, creyó que por tener todo no necesitaba más de
Dios. Ahí comenzó la decadencia.
Todas las veces que
sube a nuestro corazón pensamientos de independencia, generamos muerte. Cada
día debemos percibir cuan dependientes de Dios necesitamos ser, cuánto
necesitamos que nos sustente, que nos proteja, que nos guíe en todo lo que
vamos a hacer.
La prosperidad no puede
generar esa independencia de Dios, porque hasta las riquezas que el señor nos
da es para aplicación en el Reino y no para provecho personal. Hay mucha
riqueza concentrada en las manos de pocos y eso ha traído tiranía, explotación
del hombre como si fueses animales, para ser explotados y no para vivir feliz pues
no es considerado. La sensación del hombre es que es explotado en todo lo que
hace, hasta lo que gana no es lo justo de acuerdo a su trabajo, siente que todo
es injusto, tiene mal pago, sigue siendo pobre porque hasta el salario que recibe, lo recibe
para ponerlo en saco roto. O sea, no disfruta de él, entrega a los acreedores,
comienza el mes sabiendo que no puede contar con su salario pues ya lo tiene
comprometido en deudas, eso genera desánimo y frustración.
Dios está alertándonos
que hay esperanza: Considerar
nuestro pasado.
¿Considerar que?
1.
El
tiempo que no teníamos nada y cuando conocimos la verdad
(Cristo) todo cambió, nuestra vida tuvo otro sentido y razón. Fuimos liberados
del pecado y pasamos a producir y teníamos la alegría de ver el resultado de
nuestro trabajo, había cosecha, había alimento, había dinero, había familia
feliz...
2.
¿Dónde
todo cambió? Cuando dejamos al Señor, cuando decidimos
caminar a nuestra manera, a hacer las cosas a nuestra manera, ja no necesitábamos
trabajar todos los días, no necesitábamos ir a la iglesia con tanta frecuencia,
a la célula sólo de vez en cuando, leer la Biblia sólo los domingos y
comenzamos a perder nuestra producción, nuestra cosecha fue disminuyendo,
entonces vinieron las tempestades. Joel 1:12 dice – La vid está seca, y pereció la higuera;
el granado también, la palmera y el manzano; todos los árboles del campo se
secaron, por lo cual se extinguió el gozo de los hijos de los hombres. El pueblo fue visitado por la desolación. El
verso 17 y 18 dice: La semilla se pudrió debajo de los terrones, los graneros
fueron asolados, los alfolíes destruidos; porque se secó el trigo. ¡Cómo
gimieron las bestias! ¡cuán turbados anduvieron los hatos de los bueyes, porque
no tuvieron pastos! También fueron asolados los rebaños de las ovejas.
Esta
visitación de decadencia en la vida del hombre no fue un accidente.
3.
La
necesidad de volver a Dios - Joel 2:1, sale una voz de comando de los cielos:
Tocad
trompeta en Sion, y dad alarma en mi santo monte; tiemblen todos los moradores
de la tierra, porque viene el día de Jehová, porque está cercano. Es tiempo de convocar, llamar al pueblo a restaurar su
relación con el Señor.
Hageo 1: Subid
al monte, y traed madera, y reedificad la casa; de ella me agradaré y seré glorificado,
ha dicho el Señor.
1.
Lo que el profeta está diciendo es que es tiempo de Subir al monte, tiempo de oración, de separación, de
clamor, de pedir misericordia de Dios, la trompeta está dando un toque de
convocación, ”….se reúna todo mi pueblo para clamar, se humille y busquen mi
rostro.”
2.
Traer madera y reedificar la
casa – eso quiere decir trabajo, vuelvan a trabajar, vuelvan
a cortar la madera, trabajen la madera para que las casas puedan ser edificadas.
La convocatoria es para volver a predicar el evangelio, evangelizar las vidas,
hablar de la salvación en Cristo Jesús, comenzar a edificar una casa sólida,
firme. Con esta casa firme, vidas consolidadas.
3.
Seré glorificado – El
Señor será glorificado. Nuestras vidas serán transformadas, nuestros graneros
van a llenarse de nuevo, los campos van a volver a producir, las semillas van a
dar sus frutos, su corazón volverá a estar lleno de alegría y no más estará
guardando en saco roto, la prosperidad va volver a su casa.
En estos días difíciles,
lo que necesitamos es volver a Dios y veremos los milagros que van acontecer en
nuestras vidas.
Ap. Dayse Costa
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