miércoles, 29 de marzo de 2017

Tu Hijo Vive


AP. DAYSE COSTA -- TU HIJO VIVE

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TEXTO BASE; Juan 4
"Vino, pues, Jesús otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Y había en Capernaum un oficial del rey, cuyo hijo estaba enfermo. Este, cuando oyó que Jesús había llegado de Judea a Galilea, vino a él y le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir. Entonces Jesús le dijo: Si no viereis señales y prodigios, no creeréis. El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera.
50 Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive. Entonces él les preguntó a qué hora había comenzado a estar mejor. Y le dijeron: Ayer a las siete le dejó la fiebre. El padre entonces entendió que aquella era la hora en que Jesús le había dicho: Tu hijo vive; y creyó él con toda su casa. Esta segunda señal hizo Jesús, cuando fue de Judea a Galilea."
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Esa expresión "Tu hijo vive" Fue la llave que cambió la vida no sólo del muchacho que estaba padeciendo de alguna enfermedad, también la del padre y de todas las personas que oyeron y vieron el testimonio de lo que aconteció en aquel lugar. Este hombre estaba luchando contra la muerte,

Cuando nosotros estamos luchando con una situación de muerte es cuando percibimos exactamente nuestra impotencia, percibimos exactamente que nosotros no sabemos que hacer y no tenemos que hacer.

Es fantástico ver que a pesar que este hombre no conocía a Jesús, no seguía a Jesús, pero sabía que en él había algo diferente, que en él había una autoridad que no había visto en ningún otro.

Cómo oficial era un hombre de autoridad, estaba acostumbrado a dar órdenes, era un hombre acostumbrado a obedecer órdenes y era uno de aquellos que llevaba órdenes judiciales para que las personas obedeciesen aquellas órdenes e intimasen a cumplir las órdenes de los reyes de aquella época como hoy también es.

Ahora estaba frente a una tragedia, amenaza de perder a su hijo, amenaza de ver a su hijo envuelto en la muerte y él totalmente impotente aun siendo autoridad, aun acostumbrado a decir las cosas y ver que acontezcan. vemos que en la presencia de Jesús, le pide que vaya a su casa para curar a su hijo.

En medio de esa experiencia de este hombre, que estaba de miedo en su corazón miedo de volver a su casa y sólo encontrar un difunto, miedo del dolor que iba a sentir, miedo de la pérdida, en fin, varios miedos que la muerte trae en nuestro corazón, porque la biblia dice que la paga del pecado es la muerte. Aun en medio de esos miedos y de su impotencia, él fue a otra persona que también era autoridad y sabía que era una autoridad mayor que la de él.

Aquel pedido del oficial para Jesús para que él descendiese y fuese hasta su casa, verso 47 dice "le rogó que descendiese y sanase a su hijo, que estaba a punto de morir."

Desde la caída del hombre las actitudes de indiferencia, las acciones que han tenido las personas contra la voluntad de Dios han subido a los cielos, Y el ruego que descendiera para librarlo de esa situación, para que descendiera para cambiar la suerte de aquel pueblo. La intención de Dios fue siempre esa, que descendiera a lugar donde estuviéramos, al lugar más bajo que no merecía ninguna cosa y nos trajese de vuelta a una existencia que no teníamos antes.

Aun cuando aquel padre estaba desesperado, él necesitaba tener una respuesta de Dios, él no sabía donde más buscar y él fue en aquel que tenía autoridad.

El clamor de aquel hombre, ruego que desciendas antes que mi hijo muera, antes que suceda alguna cosa, Dios esta pronto y descender y venir a nuestro socorro, ir allá a nuestra casa para atender nuestra necesidad, ir donde el hijo está, al lugar donde nadie sabe donde está para traerlo de vuelta.

El pueblo de Israel sabía que no podía caminar solo, sin Dios, ellos sabían que su vida no saldría adelante sin Dios, Recuerdan cuando Moisés subió al monte Sinaí, y el demoró allá, qué aconteció? hubo toda clase de degradación y necesito que descendiera y fue necesario que Dios dijera a Moisés "Entonces Jehová dijo a Moisés: Anda, desciende, porque tu pueblo que sacaste de la tierra de Egipto se ha corrompido. Pronto se han apartado del camino que yo les mandé" Éxodo 32:7-8

La demora del líder, la demora de las respuesta, la demora de no ver acontecer  las cosas, lleva a las personas a correr adelante y tomar iniciativas que le van a perjudicar tremendamente, Entonces usted cree que esa causa es tan difícil que el Señor no puede entrar., y dices yo voy al frente y a veces trabajas mucho fuera de Dios cuando es mejor esperar que Dios intervenga. Moisés tuvo que descender y llevar al pueblo un libro de confrontación y cuando el fue llevando el libro de confrontación vio que el sacerdote no estaba cumpliendo su función, porque cuando él se fue dejó a Aaron, usted es sacerdote, cuida del pueblo porque voy a buscar a Dios, Jesús cuando ascendió, nos dejó como sacerdotes, cuida del pueblo que ya vuelvo, mas nosotros creemos que Él está demorando mucho, no está respondiendo nuestras oraciones, entonces voy a comenzar a hacer. Y fue lo que aconteció,

Aaron no tenía la fuerza de mantener la seguridad y ahí el pueblo se levantar aquel becerro de oro y vivir idolatría, usted conoce la historia, porque el pueblo fue entregado a sí mismo, dejó las cosas sueltas.

Cando el sacerdote deja de conducir al pueblo en los principios, ellos empiezan a caminar en pasos largos de muerto, Comienzan a vivir en rumbo a la muerte y comienza a morir todo dentro de él. Muere la esperanza, muere la fe, mueren los deseos, mueren los sueños, muere todo aquello que estaba tan claro dentro de él y no consigue tener ninguna cosa más.

En ese momento necesita de un intercesor, Somos intercesores par alevantar a esos muertos, levantar esos caídos, levantar a los que están creyendo que el Señor está demorando demasiado, que la respuesta está demorando mucho, que nada está aconteciendo, cuando sabemos que basta una Palabra y todo va acontecer.

En aquel momento Dios estaba mostrando a aquel hombre que estaba diciendo, te ruego que desciendas para curar a mi hijo.

Nuestra responsabilidad es interceder, por esos que andan desesperados, angustiados para que algo acontezca en su vida, y nosotros sabemos que Dios oye el clamor del intercesor, Dios oye el clamor del justo, Dios oye la oración porque sabe que no dices ahí, Dios escucha mi petición, no, es para aquel incrédulo sepa que si abrimos la boca Dios va oír, para que sepa que Dios vive que es soberano, para que sepa que Dios no perdió el control de ninguna situación. Él esta siempre dispuesto, por eso que Dios envió a Jesús desciende allá para salvar ese pueblo para arrancarlo de la muerte. Así como ese padre que rogó, desciende para salvar a mi hijo de la muerte, Dios también clamó, vaya ayá Jesús, desciende y traiga de vuelta a mis hijos para el Reino.

Jesús dijo, ok Padre, yo voy y se despejó de todo lo que Él tenía para traernos la vida.

Y cuando vino a Jesús no le hizo ningún tipo de cuestionamiento, qué aconteció, a qué hora fue eso, cuándo fue eso, cuánto tiempo ya está así, Nosotros tenemos costumbre de querer saber todo para después orar, queremos saber los detalles. Jesús no preguntó cosa alguna,

Ruego que desciendas a mi casa para sanar a mi hijo, Cuál fue la respuesta de Jesús?, dijo apenas, Anda, tu hijo vive.

Qué Palabra esa, anda porque tu hijo vive. En pocas Palabras lo que estaba diciendo es que aquello que usted pidió ya fue atendido. Nosotros a veces pensamos que necesitamos señal, Señor es que yo no estoy sintiendo, usted no tiene que sentir, usted tiene que creer, Dice anda, yo ya oí tu clamor, yo ya fui al frente, las cosas ya acontecieron, la vida abundante que esta en mí ya entró en tu hijo,

Qué fantástico ver lo que Dios estaba haciendo ahí, porque el diablo anda siempre sacando espacio en la vida de las personas para que no crean, espacio constante para anular la fe, espacio par aponer miedos, en todas las dimensiones. Mas cuando sale una Palabra, tu hijo vive, dice, será? será que esta vivo?, voy a llamar para saber. Nos quedamos llenos de indagaciones acerca de  lo que Dios realmente hizo, ese es el mayor problema del hombre, adora la piedra, y la incredulidad.

La incredulidad vienen apagando la fe de muchos creyentes, dicen que tienen fe pero son incrédulos, son difíciles de creer la bendición del Señor. El pecado ha llevado a mucha gente a dudar de Dios,

Cuál fue la postura de aquel oficial, el texto dice, "El hombre creyó en la Palabra de Jesús y partió" No quedó diciendo, vamos conmigo, yo creo, vamos a la casa.

Él ya liberó, la bendición esta viniendo en su dirección, Dios ya dio la orden, vaya, él vive. La cosa ya sucedió, sucedió con aquel hombre, el creyó con una fe que no tenía antes, ni el oficial mismo creía que era tan creyente así, ni sabía que el vería algo extraordinario como lo que vio en la vida de su hijo. Cuando él estaba yendo para la casa, los siervos alcanzaron a su encuentro, trajeron la noticia, y le dijeron tu hijo esta bien, tu hijo esta sano. Y, a qué hora aconteció eso?, cuando ellos le dijeron la hora, él entendió que fue exactamente la hora que liberó el milagro.

Qué fantástico esta experiencia aquí. Ver tu milagro, esa es la certeza, ten ahora esa certeza, con convicción que el Señor no miente jamás, ten hoy esa certeza que las Palabras que el Señor liberó no van a caer a tierra. Ten hoy la certeza, que todo lo que el prometió él va cumplir en tu casa, en tu vida. Certeza plena de ver lo sobrenatural.

La respuesta de Dios tiene una hora marcada en tu vida.

El oficial dijo, a qué hora aconteció eso?, En la hora que Dios determinó, Dios ya determino, tiene una hora marcada, ahora tu necesitas creer, tener la convicción. Todo es posible a aquel que cree.

Señor, si tú puedes cura a mi hijo, Él dice, si tú puedes creer, todo es posible aquel que cree,

El base de esta caminada con Dios es creer. Tú hijo vive, fue la Palabra que dio al oficial.

Si queremos la bendición, crea en esta victoria, y Dios va mostrar que la hora que Él determina no es para nadie más. 

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AP. DAYSE COSTA
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