Devocional - Ap. Dayse Costa
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Texto Base: Hechos 4: 20
"porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído."
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Nuestras palabras, nuestro discurso es mucho de lo que vemos y oímos. La Biblia dice que la boca habla de lo que el corazón está lleno.
Cunado usted conversa con una persona usted nota rápidamente lo que hay en su corazón. Está lleno de qué? hay mucha gente que tiene su corazón lleno de amargura, hay muchas personas que su corazón está lleno de decepción, frustración, las personas que tienen el corazón lleno de resistencia y no buscan cambiar lo que tienen dentro de sí.
La palabra que está en nuestro corazón eso se transforma en palabras en nuestra boca, esa palabra que liberta, que tiene poder. Los discípulos de Jesús, durante los años que caminaron con Él, ellos sólo recibían, recibían y mientras estaban con Jesús no conseguían hacer tan grandes cosas, Él les dijo es necesario que yo me vaya para que ustedes puedan hacer cosas mayores, mas quédense primero en Jerusalén, hasta que sean revestidos de poder. Cuando ellos estaban ahí orando Dios empezó a hacer algo dentro de ellos, trajo el poder del Espíritu.
Aquí en este texto, en el capítulo 2 y 3 muestra ese poder en acción, cuando ellos llegan a la casa del Señor encuentran a la puerta del templo que se llama La Hermosa, Pedro y Juan lo miraron y le dijeron "Yo no tengo plata ni oro mas lo que tengo yo te doy" Ellos comenzaron a liberar lo que tenían, y qué tenían, no tenían dinero, mas ellos tenían poder. Y donde encontrar ese poder en ese momento, no tenían dinero, buscaban en oración. Ellos iban al santuario a buscar a Dios y quedarse ahí hasta ser revestidos de poder, y es imposible recibir de Dios si usted no tiene nada que dar para las personas.
Esa manifestación clara de aquello que esta lleno nuestro corazón, claro va incomodar a muchas personas, va conmover a muchas personas. Aquí vemos claro, la Palabra que movió el corazón de aquellos religiosos es porque no podían hacer lo que ellos estaban haciendo. Es es lo que los religiosos hacen, empiezan a hablar, inventar mentiras para calumniar a aquellos que están haciendo.
Y ahí apresaron a Pedro y Juan, los prendieron por causa de lo que salía de ellos, de lo que fluía de ellos, la misma acción que hicieron con Jesús, lo prendieron por lo que hizo.
Nuestras acciones nos pueden apresarnos en dos dimensiones. Las acciones de aquellos que practican la maldad los quedan presos también, quedan presos en las manos de Satanás para practicar cada vez más maldad. Mas los que realizan acciones buenas en Dios también quedan cautivos en Cristo para realizar aun mayores cosas en el nombre de Jesús.
Necesitamos elegir queremos estar cautivos al amor de Jesús o a las acciones de demonios que tantas maldades acontecen.
Estos hombres fueron grandemente usados. Cuando ellos fueron ahí fueron interrogados por el concilio porque lo que hicieron a aquella persona. Si hacemos algo malo seremos interrogados, si hacemos algo bueno también somos interrogados.
Cuál es el discurso que tenemos cuando somos interrogados de aquello que hablamos. es la Palabra que vuelve a nuestra boca.
Estos hombres con toda osadía comienzan a predicar. Dice la Palabra que Pedro no tuvo ningún miedo de hablar para el sumo sacerdote, Anás, Caifás y todos los que eran del linaje del sumo sacerdote. Con toda osadía se dirigió a aquellos hombres que estaban revestidos de autoridad, porque le preguntaron con qué autoridad ellos estaban haciendo eso. En nombre de quién ustedes hacen estas cosas?
Pedro lo que hizo fue hablar acerca de Jesús, y ellos quedaron mas preocupados aun, porque no sabían que hacer con aquellos hombres porque su señal había sido notorio frente a todo Jerusalén y no podían negarlo. Mas dijeron, "para que no se divulgue más por el pueblo, amenacémoslos, que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en este Nombre". Amenaza para no avanzar y desistir.
Dios va permanecer hablando por la boca de aquellos que se llenan de su presencia, pero siempre vamos a tener personas que van a intentar callarnos. La postura de aquellos hombres de Dios fue "Nosotros no podemos dejar de hablar las cosas que vimos y oímos"
Grandes cosas ha hecho y nosotros no podemos dejar de hablar de eso. Yo no sé leer, no sé la Biblia, yo no tengo conocimiento de lo que hay en ese libro, pero hable de aquello que Dios ha hecho en su vida. Eso ya es un tremendo testimonio. Es imposible caminar con Jesús y no tener un testimonio de lo que Él ha hecho, porque todos aquellos que se acercan a Dios experimentan aquello que nunca vivieron, comienzan a vivir una historia nueva donde Dios comienza a hacer en todas las áreas de su vida. Y qué hacemos?, guardamos, no hablamos a nadie, se queda con lo que ha acontecido, más aun hay mayores cosas que Dios está haciendo.
Tenemos que abrir la boca para dar testimonio de aquello que Dios ha hecho en nuestras vidas.
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Ap. Dayse Costa
Iglesia Renovada - Acre
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